" No imagine una forma de començar millor el blog del nocturn que amb aquest emocionant escrit de Ramón Rodríguez, que va a ser cap d'estudis del nocturn durant moltíssims anys. Cal gaudir de la seua lectura. Com que ha participat sempre en el teatre de profes, jo li deia carinyosament 'Ramón Nocturnus'. Ramón ha fet i és, historia de l'institut"
(Xavi Villaplana)
EL
NOCTURNO
“La
Esperanza se hace indispensable para la existencia” (Paulo Freire)
El
Nocturno, en el Instituto Tirant Lo Blanc, de Torrent, comenzó a funcionar en
el curso 1974-75; 42 años han pasado, de los cuales 35 de ellos he sido Jefe de
Estudios y Profesor de Filosofía, hasta el curso 2011, año en que me jubilé.
Muchos
son los recuerdos y vivencias de compañeros y compañeras, alumnos y alumnas,
que forman parte de lo mejor de mi vida. Lo que está escrito en el corazón no
necesita de agendas, porque la gente no olvida. Lo que la memoria ama permanece
eterno. Y yo conservo y disfruto de esa eternidad.
En el 25 aniversario del Instituto, Tiranc Lo Blanc, escribía sobre El
Nocturno lo siguiente: “Son muchos los años del Nocturno en Torrent, en el
Tirant Lo Blanc. Durante este tiempo se ha ido tejiendo una intensa historia
colectiva de intercambio de experiencias, de debates y amistades que han
fraguado en elementos de un nuevo espíritu y ambiente: el del NOCTURNO.
Posiblemente la noche haya contribuido a ello. Las estrellas, el fuego
ondulante y embriagante de nuestras QUEiMADAS, La Luna… son el símbolo y la
energía del Nocturno. En la noche los espíritus se atemperan, las pasiones se
calman, y los cuerpos buscan el reposo del duro ajetreo del día. Cuando la
noche llega, alguien comienza a soñar en otra voz, y la nostalgia y la
melancolía despiertan en nosotros. Son tantos los que han hecho noche en el
Nocturno: Mercedes, Antonio, Pilar, Mariano, Pepe, Benigno, Isidro…, tantos los
alumnos que hicieron camino en la noche transformándose en un único corazón:
LLaosa, Pato, Mª José, Nanda, Maica, Eva, Javier, Rafi, Misi…….
El sueño pedagógico del Nocturno es restaurar la comunidad
como cauce de realización personal, espacio de diálogo y encuentro humano. De
ellos dependen, muchas veces, el éxito y el fracaso escolar. Y tres son las
estrellas que iluminan nuestra ruta pedagógica nocturna: la libertad, la
responsabilidad y la flexibilidad. Ya no perderán nunca su camino estas
estrellas, ni robarán su luz sapos bandidos y el futuro apuntarán.
Recuerdos, nostalgias, sueños, palabras, palabras finales de EL
Principito de A. Saint-Exupery. A todos van dirigidas, tienen sentido, porque
vemos en ellas a alguien que vive y ama los valores más queridos por todos
nosotros. Helas aquí:
“Las gentes tienen estrellas que no
son las mismas. Para unos, los que viajan, las estrellas son guías. Para otros,
no son más que lucecitas. Para otros, que son sabios, son problemas. Para mi
hombre de negocios, eran oro. Pero todas esas estrellas no hablan. Tú tendrás
estrellas como nadie las ha tenido.
- ¿Qué quieres decir?
-Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo
reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú
tendrás estrellas que saben reír!”
¿Qué decir hoy de lo que he escrito hace 24 años? Pues…, que sigo
convencido de lo mismo. Un clásico siempre es un clásico. Y EL PRiNCiPiTO lo
es. Hoy vivimos tiempos difíciles, tiempos de crisis política, económica y
cultural-ética. Las crisis son importantes, aunque generan dolor y sufrimiento,
porque también son el momento donde el hombre está obligado a sacar lo mejor de
sí. Es en la adversidad donde se forja la grandeza. Pero, amigos, la educación
nunca ha sido tan importante como hoy y nunca antes estuvimos en una situación
semejante. Aún debemos aprender el arte de vivir en un mundo sobresaturado de
información. Educar implica aprender a conocer y hacer, pero, sobre todo, a
SER, a convivir y a cuidar. Implica construir sentido de vida. ¡Y…! ¡PODEMOS!
¡Hay salida! ¡Hay sentido!, ¡HAY ESPERANZA!
Ramón Rodríguez Vázquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario